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Ante la Superintendencia de Medioambiente llegó la denuncia del municipio de Coyhaique por la turbiedad en el agua del río Claro, que se debería, presuntamente, a la extracción de áridos no autorizada en la ribera del cuerpo de agua.

La situación fue dada a conocer a través de un video difundido en redes sociales, tras lo que la entidad edilicia presentó un requerimiento ante la Superintendencia, apuntando a que de forma preliminar no existen autorizaciones para movimiento de material en el río Claro.

La Inspectora Técnica de la Dirección Municipal de Medio Ambiente, Patricia Salgado, explicó el proceso.

Según la normativa, los municipios, la Dirección General de Aguas o el Ministerio de Bienes Nacionales son quienes deben fiscalizar estos hechos que afectan al medio ambiente y podrían incluso llegar a afectar en la salud de la comunidad.

Risco